Ya hace algún tiempo que me estoy planteando hacer mi propio blog, pero nunca me decidí hasta ahora porque siempre pensé que mis inquietudes eran bastante corrientes como para compartirlas. Sin embargo, creo que he comprendido el sentido de hacer un blog. Antes era muy habitual que las personas fuesen al confesionario para tener una charla con su confesor, de esta manera no sólo se purgaban las culpas, sinó que además se verbalizaban pensamientos y sentimientos que en otras circunstancias no se hubiera hecho. Por mi condición de casi apóstata, esta solución, no me convenció nunca, así que tuve que recurrir a otras formas de “confesión”. Y es que las personas no podemos evitar el compartir lo que somos con los demás, siempre andamos buscando la manera de establecer conexiones.
Hoy hace tres meses y un día que soy madre. Y aunque es un hecho habitual el que cada día nazcan niños de los vientres de sus madres, no deja de ser extraordianario. Es por ello que comprendí que mis inquitudes, mis pensamientos, mis neuras en definitiva puede que sean de lo más común, però por el hecho de ser mías no dejan de ser extraordinarias. A partir de ahora no sé qué cosas se me ocurrirá explicaros, lo que sí sé que es el deseo de compartir el que me ha impulsado a inicar este blog. Ya veis, no pretendo otra cosa que el compartir.
Sin otro particular
